After: Almas Perdidas (2021)
After: Almas Perdidas (2021)
After: Almas Perdidas (2021)
Cuando Tessa toma la decisión más importante de su vida, todo cambia. Los secretos que salen a la luz sobre su familia, y también sobre la de Hardin, ponen en peligro su relación y su futuro juntos. La vida de Tessa empieza a desmoronarse, nada es como ella creía que sería. Nunca ha sentido algo así por nadie, pero empieza a cuestionarse si vale la pena. Antes el amor bastaba para mantenerlos juntos, pero ahora ya no está claro lo que dictan sus corazones… After: Almas Perdidas (2021)
Critica:
Tras dos entregas de la saga After, el espectador puede hacerse una idea precisa de lo que va a ver: un film subido de tono que romantiza una relación de dependencia entre dos jóvenes. Y, ciertamente, la película no se aparta un milímetro de lo que cabe esperar de ella, pues es una continuación predecible de sus antecesoras.
En un intento persistente de intercalar diálogos o afirmaciones de aparente profundidad, se enuncia que “existe una gran diferencia entre no ser capaz de vivir sin alguien y amarlo”. Paradójicamente, el largometraje se esfuerza en confundir a los adolescentes endulzando ciertos comportamientos y disfrazando la toxicidad de amor. No es nuevo en esta tetralogía que la violencia, los celos, el control –o descontrol– y el libertinaje se camuflan como algo romántico y, consecuentemente, la cámara se acerca a los protagonistas para captar miradas, sonrisas y caricias que evidencien un cariño quizá inexistente.
Parece que el equipo confía tanto en el éxito entre los fans de los libros adaptados, que no se esfuerza ni con las actuaciones –inexpresivas a veces–, ni con la banda sonora, ni en plantear un guion pasable. Casi insultando a la audiencia, la cinta pretende disimular su falta de solvencia y de argumento a base de escenas sensuales, música de discoteca y frases insustanciales. Hasta la intervención de los personajes adultos, en la que uno confía que sea más madura, es incluso más vergonzosa que la de los universitarios.
Los diferentes planos persiguen blanquear un poco el sexo; pero el gran problema, además del contenido engañoso, es que es una propuesta cinematográficamente mediocre y aburrida. Cuenta una historia típica –por no decir que no cuenta nada–, con los clichés de siempre y lo hace de un modo muy simple.
Por todo ello, no merece la pena invertir un tiempo irrecuperable en After. Almas perdidas ya que, sin aportar novedad, favorece algunas conductas reprobables entre un público vulnerable, a veces maltratado por la industria. After: Almas Perdidas (2021)