Una madre recién soltera Yoshimi Matsubara (Hitomi Kuroki) está soportando un amargo divorcio y luchando por mantener la custodia de su pequeña hija, Ikuko (Rio Kanno). A medida que la inestable Yoshimi intenta comenzar de nuevo en un nuevo apartamento, sucesos extraños en el edificio comienzan a pasar factura gradualmente. Cuando Yoshimi e Ikuko comienzan a tener visiones inquietantes de una niña fantasmal, queda claro que se sienten atraídos hacia lo sobrenatural.