El comandante del tanque Kalashnikov resulta gravemente herido en la batalla de 1941. El accidente lo deja incapacitado e incapaz de regresar al frente. Mientras se recupera en el hospital, comienza a crear los bocetos iniciales de lo que se convertirá en una de las armas más legendarias del mundo. Un inventor autodidacta, Mikhail Kalashnikov, tiene solo 29 años cuando desarrolla el ahora icónico rifle de asalto: el AK-47.