Andrés y su hijo Pedro viven en un barrio obrero de Caracas y casi nunca se ven. Mientras Andrés ocupa su tiempo con sus varios trabajos, Pedro deambula por las calles jugando con sus amigos y aprendiendo sobre el ambiente violento que lo rodea. Durante un partido de pelota, Pedro se pelea con un niño y lo hiere gravemente. Al descubrir esto, Andrés presiente la venganza y decide escapar del barrio en busca de refugio. Esta situación expondrá a un padre incapaz de controlar a su hijo adolescente pero al mismo tiempo irá acercándolos involuntariamente como nunca antes.