Tras un accidente en el que sólo consiguió salvar la vida del Presidente Asher, el agente del Servicio Secreto Mike Banning decide dejar su puesto para trabajar en el Departamento del Tesoro. Pero, cuando un comando norcoreano liderado por Kang ataca la Casa Blanca y toma como rehenes al Presidente y a su equipo, Banning se verá obligado a entrar de nuevo en acción.